Qué NO hacer en un onboarding digital
El onboarding digital se ha convertido en una de las herramientas más efectivas para las empresas a la hora de mejorar la experiencia de sus usuarios. Con este proceso, los clientes no tendrán que desplazarse a las oficinas físicas de la entidad para crear su perfil en la compañía, sino que podrán hacerlo desde casa, a través de su ordenador o teléfono móvil.
Los pasos de un onboarding digital pueden ser claros, pero, ¿qué es lo que NO debemos hacer a la hora de darles la bienvenida digital a nuestros clientes? En este artículo de PeakLine te contamos lo que debes evitar para que tu proceso de onboarding sea efectivo.
¿Qué es un onbaording digital?
Como hemos comentado, el onboarding digital es un proceso a través del cual los clientes de una entidad o compañía rellenan una serie de datos, con el fin de abrirse un perfil en dicha entidad. Por ejemplo, en un banco, cuando nos hacemos una nueva cuenta bancaria, o una gestora de activos, cuando queremos abrirnos un perfil de inversión. También puede ser muy útil en el sector universitario, cuando los alumnos de universidades y escuelas privadas comienzan su matriculación.
Esta son algunas de las características más destacables que debe tener un onboarding digital, aunque existen otras más:
- Debe permitir que el usuario pueda volver atrás en cualquier parte del proceso por si llega a cometer algún error
- Debe ser transparente y dejar claro para qué se van a usar los datos del usuario
- Debe estar correctamente integrado en la página web de la entidad, siendo fácil de localizar
- Si resulta demasiado complejo, debe incluir un manual de usuario
¿Qué es lo que NO debe incluir un onboarding digital?
De la misma forma en que un onboarding debe tener unas características básicas, también hay que tener en cuenta aquello que no debe incluir. En PeakLine, destacamos estas tres pautas:
- Evita que sea un proceso demasiado largo: si el onboarding requiere de mucho tiempo, el usuario puede cansarse y no finalizarlo. Intenta mantener un proceso que dure unos pocos minutos.
- No repitas preguntas: además de no hacerlo muy extenso, también es importante que te asegures de que no repites preguntas. Por ejemplo, que en una sección preguntes por los datos personales, donde incluyes el banco y número de cuenta del cliente, para a continuación pedirle sus datos bancarios. Esto hará que el cliente se “aburra” y vea el onboarding como un proceso inútil.
- No envíes emails durante el proceso: esto es un error que se comete en muchos onboarding. A no ser que sea estrictamente necesario, evita enviar emails a tus clientes mientras están realizando el proceso. Esto solo hará que el usuario salga de tu aplicación para comprobar qué correo le ha llegado a su bandeja, pudiendo hacer que no vuelva a entrar.
¿Por que elegir el onboarding de PeakLine?
Ahora que ya sabes qué es lo que debes evitar en tu onboarding, es importante que elijas un buen proceso para dar la bienvenida a tus clientes. En PeakLine contamos con un proceso de onboarding 100% personalizable, esto es, que las entidades pueden escoger las preguntas que quieren que respondan sus usuarios.
Junto a ello, ofreceremos a los clientes un área privada desde el momento en que comienza el proceso, pudiendo así tener control de sus movimientos, acceder a información de su perfil y gestionar operaciones como, por ejemplo, las firmas digitales. Otra característica importante de PeakLine es que no es necesario realizar un desarrollo complejo (y costoso) para implementar el proceso: nuestro equipo se encargará de incluir el proceso de onboarding en tu empresa, respetando tu look&feel e imagen de marca.
¡Da la bienvenida a tus clientes como merecen!
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